¿Qué son los productos de kilómetro 0?

En un mundo globalizado, estamos acostumbrados a comprar productos con procedencias muy diversas, que recorren, de media, más de 4.000 km hasta llegar a nuestros hogares. Una tendencia que, sin duda, deja una innegable huella ecológica en nuestro planeta debido a los procesos de envasado y transporte que suponen.

Frente a todo esto, a finales de los 80 surgió el llamado movimiento slow food, una corriente que cada vez suma más adeptos y que promueve el consumo de productos de kilómetro 0, es decir, aquellos provenientes de zonas de cultivo cercanas, ubicados a un radio máximo de 100 km.

Sin embargo, el concepto de consumo de productos de kilómetro cero no se centra únicamente en la distancia entre el origen y el lugar de consumo, implica también la estacionalidad y la calidad de estos en cuanto al consumo de productos frescos y de temporada.

Ventajas de los productos kilómetro 0 y de temporada

Reducir la distancia entre le productor y el consumidor tiene efectos directos en la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. Las grandes exportaciones de alimentos conllevan envasados específicos y transportes de largas distancias, lo que supone el aumento del envío de emisiones de C02.

Además, consumir productos frescos implica un beneficio directo en nuestra salud gracias a las mejoras nutricionales y a la calidad del producto en sí.

Y por supuesto, consumir productos de kilómetro 0 y de temporada favorece el impulso de la economía local y la generación de empleo, facilitando el acceso al canal comercial a pequeños y medianos productores. A su vez, la reducción de intermediarios genera un reparto más justo de las ganancias.

¿Qué podemos hacer como consumidores?

El hecho de ser conscientes de que existe una alternativa es ya un gran paso para la solución de este problema que nos afecta a todos. Sin embargo, dentro de nuestros hábitos diarios, podemos introducir pequeños cambios que nos ayudarán a ser partícipes de esta transformación:

  • Productos de temporada: conocer qué frutas y verduras son las naturales de cada mes y consumirlas, ayudará casi sin darnos cuenta a que los productos, generalmente, sean de la zona.
  • Etiquetas: fijarnos en la procedencia de los productos es también una buena tarea. Muchas veces, podemos evitar consumir un producto de fuera simplemente fijándonos en la etiqueta.
  • Consumo fuera de casa: a veces, salir a comer fuera de casa dificulta un poco nuestra forma de actuar. Sin embargo, existen restaurantes que ponen muy fácil este tipo de consumo, y si no, bastará con tener un poco de conciencia de lo que nos estamos pidiendo.
  • Cesta de la compra: cada vez más supermercados incluyen productos “BIO” y “ECO”, por lo general, estos alimentos suelen cumplir los parámetros de kilómetro 0 y producto de temporada, aunque convendrá siempre leer bien la etiqueta. También, aunque sea algo más incómodo, es mucho más favorable realizar la compra en el pequeño comercio.

El compromiso de nuestros comedores Intur

Desde Intur Restauración Colectiva, como empresa comprometida con la sostenibilidad alimentaria, somos conscientes de la necesidad actual de tomar medidas ante este problema, pero además, trabajamos creando menús saludables para los comedores escolares y para esto, sin duda, resulta imprescindible trabajar con productos frescos y saludables.

Por todo ello, trabajamos con proveedores locales, de la provincia de Castellón y Valencia, y estamos comprometidos con el derecho a una alimentación de calidad apostando siempre por el desarrollo de la economía local y el respeto al medio ambiente.

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