Ideas y consejos para que tus hijos coman ensaladas
Muchas veces, la idea de que los pequeños de la casa coman de forma saludable, resulta más una utopía que una realidad. Y si hablamos de conseguir que coman ensaladas, la tarea se vuelve incluso más complicada.
“Aburrido” o “demasiado verde” son alguno de los adjetivos que solemos escuchar para referirse a este plato. Sin embargo, resulta fundamental que ingieran este tipo de alimentos ya que favorecen su correcto desarrollo.
Y como siempre decimos, es más fácil acostumbrar el paladar de nuestros hijos e hijas poco a poco y desde que son pequeños. Por ello, y para haceros el proceso un poquito más sencillo, hemos preparado unos consejos muy fáciles para empezar a poner en práctica y conseguir que coman todo sin darse cuenta. ¡Toma nota!
Empieza con pocos ingredientes
El primer paso, sobre todo si hemos detectado dificultades tanto con ensaladas como con otro tipo de alimentos, es incluir pocos ingredientes. Lo ideal sería preparar ensaladas de 3 o 4 productos, empezando por los que sabemos que les van a gustar.
Por ejemplo, puedes empezar con combinaciones como tomate, mozzarella y salsa de pesto o atún, lechuga y tomate. Al ser pocos ingredientes y “conocidos” es más fácil que nos les genere rechazo.
Una vez pase algo de tiempo, ya podéis empezar a ir probado con algún otro ingrediente. Siempre poco a poco y sin forzar, para que no acabe rechazándolo.
Cuantos más colores mejor
Para que la ensalada quede visual y atractiva, es importante trabajar con ingredientes de diferentes colores. Aparte de ser un aporte fantástico de diferentes propiedades hará que el plato será mucho más llamativo.
A los niños les encantan los colores y funcionan mucho por impulsos, por lo que la primera impresión resulta fundamental. Para elaborar recetas que cumplan estos requisitos, hay tantas opciones como alimentos, así que, ¡imaginación al poder!
Cuidado con el tamaño de los ingredientes
Uno de los problemas que pueden presentar las ensaladas, son precisamente el tamaño de los trozos, que, por lo general, tendemos a cortarlos bastante grandes. Para ensaladas dirigidas a niños, debemos tener cuidado en el tamaño en el que cortamos los ingredientes y cortar los trozos lo más pequeño que podamos.
Una idea, por ejemplo, podría ser rallar la zanahoria en vez de cortarla a trocitos. O incluso podemos usar una mandolina para cortar verduras como el rábano o el pepino, así nos aseguramos de que los trozos salen muy finos.
Minichefs en casa
Una idea que nos encanta y que aplicamos mucho en nuestros comedores escolares, son los talleres gastronómicos. La idea es preparar todos los ingredientes que vayamos a usar en diferentes recipientes y que sea el propio niño el que prepare su ensalada.
Esto, ayuda a que empiece a identificar las diferentes verduras. Además, les da cierta autonomía a la hora de preparas su propio plato, y es mucho más fácil que se lo coma sin poner problemas.
En la foto podéis ver uno de los talleres que realizamos este año, por si lo queréis replicar en casa.
Juega con las texturas
Una idea fácil para hacer las ensaladas más atractivas para niños es incluir diferentes texturas dentro del plato. Es decir, combinar, por ejemplo, alimentos crudos con cocidos o añadir texturas sólidas y crujientes que contrasten con la lechuga o el tomate.
Ejemplo de esto serían combinaciones con frutos secos y quesos cremosos o pasas.
Sin prisa, pero sin pausa
Lo más importante es que no tengamos prisa en el proceso. Cada niño es un mundo y sigue su propio ritmo. Si les forzamos, lo único que conseguiremos es que acaben rechazando la ensalada o la verdura en concreto, y a la larga, será mucho más complicado cambiar el hábito.
Por todo ello, la paciencia es fundamental. No te desanimes, ya verás como poco a poco, acaba haciéndose a todos los alimentos. Y recuerda que, si tienes cualquier duda, estaremos encantados de ayudarte.